Un alma guajira en las pasarelas del mundo
Patricia Carola Velásquez Semprún, nació en Maracaibo, estado Zulia, Venezuela, el 31 de enero de 1971. Es una actriz y ex-supermodelo, que se ha destacado en el mundo del entretenimiento, por sus característicos rasgos físicos, producto del mestizaje típico del Caribe y heredado por ella del pueblo indígena. Es nativa de la Guajira venezolana y se declara «marabina de corazón». Su madre, Lidella Semprún, proviene de la tribu indígena colombo-venezolana Wayúu y su padre, Aquiles Velázquez, es mestizo. Ambos eran educadores, y criaron a sus seis hijos en varios lugares, tales como Barquisimeto y Maracaibo (Venezuela), Pátzcuaro (México) y París (Francia). Desde su adolescencia, a Velásquez le llamaron la atención las artes escénicas, y comenzó introduciéndose en el mundo del espectáculo mediante la danza artística. En 1989 participó en el afamado concurso de belleza Miss Venezuela, donde representó a la Península Guajira, y aunque no ganó la corona, se proyectó al mundo a partir de dicho evento.
Asimismo, comenzó estudios en la carrera de Ingeniería y trabajó como modelo en Caracas y Milán. Además de sus tareas en el mundo del espectáculo, colabora con diversas asociaciones humanitarias, con especial incidencia en la protección de los pueblos indígenas. Como modelo, destacó en las pasarelas de Milán, París y Nueva York, siendo esta última ciudad su hogar durante el mayor tiempo de su carrera. Allí, trabajó con gigantes de la pasarela, como Lagerfeld, Chanel y Dior, entre otras afamadas casas de moda.
En febrero de 2015, anunció oficialmente que es homosexual, a través de su libro “Sin Tacones, Sin Reserva”, el diario de una supermodelo en búsqueda de su verdad, en el que no solo habla sobre su tendencia sexual, sino también del uso de drogas como la cocaína, el sexo con hombres y el alcohol. En su obra, narra que jamás había besado a una chica hasta que conoció a la comediante norteamericana Sandra Bernhard, con quien sintió una “conexión inmediata”.
En el libro, Velásquez también señala que poco después de Bernhard tuvo una relación con un fotógrafo y se sintió confundida: “Quería probar una cosa y lo hice. En mi cabeza no había grises: una persona es gay o no, y ser gay no estaba hecho para mí”. Sin embargo, siguió viéndose con Bernhard y su atracción aumentaba. Pese a que no quería poner una etiqueta a lo que quería y sentía en ese momento: “Estaba muy enamorada de Sandra de una manera que nunca había experimentado”. La modelo tampoco pensó nunca en ser madre, hasta que se enamoró de una mujer de nombre Lauren, quien dio a luz a la hija de ambas. Luego de ocho años de relación, se separaron en buenos términos y comparten la crianza de Maya, quien es “la alegría más grande de mi vida”, según dice.
La confesión más reciente sobre su vida amorosa, la hizo el 21 de abril de 2015, a través de las redes sociales, donde habló de su relación con Ileana Simancas, hija del reconocido actor venezolano, Jean Carlo Simancas, quien es periodista y también decidió abrirse en el mundo artístico convirtiéndose en actriz y modelo. “He estado con Ileanna desde hace un año, es venezolana. Fuimos amigas por 12 años, pero ella estaba con chicos antes, esto es algo muy nuevo para ella”, dijo la actriz referente a su nuevo amor.
Máxima sensibilidad humana
En el año 2002, Patria Velásquez creó la fundación sin fines de lucro Wayúu Tayá dedicada a la asistencia de los miembros de su etnia. Siete años después, el 20 de mayo de 2009, en la ciudad de Nueva York, recibió un reconocimiento por parte del comité de Women Together y el Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por su labor humanitaria a través de esta institución, que beneficia a los indígenas venezolanos respetando su cultura y tradiciones.
A través de su fundación, la modelo guajira ayuda a cerca de 500.000 miembros de su etnia asentados en el estado de Zulia. Su principal objetivo es llevarles esperanza a los habitantes de esta comunidad indígenas, labor filantrópica que va en crecimiento con el pasar de los años. En el año 2005 hace realidad su primera y más trascendental ilusión: El «Proyecto Techo», ofreciendo educación, comida y atención sanitaria a 175 niños, y creando un centro de trabajo y aprendizaje para más de 100 mujeres en la Guajira venezolana que está activa al día de hoy.
La Fundación Wayúu Tayá cuenta con unos 42 voluntarios que trabajan en la Guajira venezolana y en un futuro planean expandirse hasta otras zonas indígenas del país, debido a las necesidades de las comunidades indígenas. Ésta también desarrolla el Programa Los Lechosos, el cual provee educación formal a más de 310 niños de recursos limitados, con edades entre 4 y 12 años. El proyecto, surge por la necesidad de contar con espacios adecuados y seguros para el aprendizaje. Previo a la construcción de los salones educativos, la mayoría de los wayúu recibía clases a la sombra de los árboles, conocidos como los “Lechosos”, bajo los cuales los indígenas suelen protegerse de la lluvia y del sol.
Asimismo, cuenta con el proyecto “Tepichi Talashi”, que significa “hogar feliz” en lengua wayúu (wayunaiki), que es el nombre del primer preescolar y escuela primaria de la Fundación Wayúu Taya. Estas instituciones cuentan con las facilidades básicas para que más de 300 niños cursen el primer ciclo de educación formal. Las clases en ambas sedes educativas se imparten en español y en dialecto wayuainiki.
Otra obra social es el programa “Tecnología para la Educación del Wayúu (TEW)”, proyecto educativo diseñado por la Fundación Wayúu Tayá para, con el uso de la tecnología computarizada, para apoyar la formación de los niños wayúu como individuos bilingües, fortalecer su identidad y sentido de pertenencia a la etnia y fomentar el liderazgo para el desarrollo de sus comunidades. Este novedoso proyecto fue iniciado en la U.E. “Jesús Redentor”, con el fin de estimular las capacidades de auto-aprendizaje de los niños, mediante del uso herramientas de software multimedia diseñadas con elementos propios de su entorno socio-cultural.
Además, está el “Shukumajaya”, que significa inicio en el dialecto indígena wayúu, escogido para identificar la primera instalación edificada por esta organización para que las mujeres indígenas se reúnan y trabajen protegidas de las inclemencias del tiempo. La Shukumajaya es un gran bohío o churuata donde ellas puedan tejer. Las actividades son constantes, y variadas, como lo son la prevención de enfermedades y la educación. En marzo de 2011 se realizó la Jornada Integral de Salud 2011, en la cual estuvo presente la fundadora de la organización, Patricia Velásquez, impulsando estas labores.
Ese mismo año, también presidió la inauguración de la escuela “El Mogú”, ubicada en el municipio Mara, del estado Zulia que consta de 8 aulas con capacidad para 25 alumnos, 2 módulos de baños, cancha múltiple, cocina, parque infantil y la dirección. “Quiero, necesito ayudar a esos niños wayuu. Muchos en esa comunidad no estudian, yo quiero devolverles autoestima. Todos hemos sufrido en algún momento por falta de amor propio, incluso yo, y sé que poniéndolos a estudiar lograremos cambios muy buenos en ellos”.
Carrera artística
1992: Aparición en el vídeo musical Breaking the Girl de la banda californiana Red Hot Chili Peppers.
1999: Participó en el rol de «Anck-Su-Namun» en la película La Momia.
2001: Participación en «El regreso de la Momia», segunda parte.
2002: Interpretó a la primera esposa de Fidel Castro, en la película “¡Fidel!”.
2002-2006: Ha interpretado el personaje de Celia González en el primer episodio de la 4.ª temporada de CSI, titulado en inglés From the Grave, dirigido por Karen Gaviola.
2007: Durante su presentación en el late show “Ya es medio día en China”, transmitido por Sony Entertainment Television para Latinoamérica, anunció su futura participación especial en la controvertida serie de televisión The L Word, la cual fue confirmada: interpreta a una actriz convocada para la película «Lez Girl» dentro de la misma serie.
2010: Estrella invitada en la última temporada de Ugly Betty y encarna a una actriz en una sesión de fotos.