Cuando las mujeres emprenden un proyecto personal, profesional o comercial, necesitan de una fuerza mayor de convicción ante ellas mismas y ante su entorno, dado las creencias que todavía hoy se siguen teniendo con respecto a las féminas dentro del mundo laboral y profesional. Dichas creencias han hecho que algunas mujeres pierdan la esencia divina y maravillosa de ser mujer. Nuestro titulo de hoy: No dejes de ser mujer para emprender. Mejor sé una Mujer Emprendedora.
La competencia con los hombres en el mundo de los negocios o en las distintas profesiones ha marcado una pauta en la definición que escuchamos a cada instante de la mujer «multi tasking». Pareciera que la mujer pasó de ser inactiva en la sociedad por conveniencia del hombre a ser ahora un robot por conveniencia también, porque con tales capacidades múltiples pueden hacerle la vida más fácil a cualquiera.
Hacer a la mujer poderosa, ha impulsado a que algunas de ellas aparten el ser mujer, no como género, sino como actitud, para ganar terreno dentro del competido mundo empresarial y ahora también dentro del mundo de marcas personales.
Falsas creencias que dejaron huellas
Dada las creencias de la debilidad de las mujeres ante una sociedad masculina, dura, fuerte y necesaria en su momento para lograr lo que el mundo es hoy, en su desarrollo social, económico, tecnológico, científico, y más, solamente se pudo destacar un porcentaje pequeño de mujeres que en su época fueron vetadas por atreverse a pensar, a escribir, a hablar, a descubrir y a romper con los cánones de la sociedad de aquellos tiempos.
De allí quedaron huellas, marcas que han hecho que las mujeres estén en competencia con los hombres en distintas áreas, hecho éste que de alguna u otra manera no ha sido tan beneficioso. Hoy las mujeres lideran en todas las industrias y son voces de aquellas que no tienen esa libertad. En este siglo XXI todavía vemos en algunas culturas y religiones el maltrato y desprecio por el género femenino.
Ahora bien, el ser mujer significa amor, flexibilidad, cuidado, compromiso, sabiduría, equilibrio, instinto y unión, atributos que se han visto desdibujados en algunas circunstancias, gracias a su presencia activa en diferentes roles dentro de la sociedad.
Las madres solteras o no que son sostén de hogar, las mujeres independientes, ejecutivas y activas dentro de la economía de la sociedad, a veces por razones de tiempo, dinero o necesidad, se ven desconectadas de su verdadera esencia y usurpan de manera inconsciente actitudes machistas y masculinas.
Las mujeres no deben competir con los hombres, el rol de ellos está bien claro y es sumamente importante dentro de nuestra sociedad. Es un error querer usurparlo, imitarlo o destronarlo. La mujer y el hombre son aliados y pueden caminar juntos sin competir, buscando el apoyo mutuo desde las bondades de cada género que representan una gran fortaleza cuando están unidos.
Ser mujer empresaria es un compromiso que involucra un mayor esfuerzo para mantener un balance entre la ejecutiva emprendedora y la mujer en la esencia perfecta de su ser. Si ese equilibrio se pierde, los efectos pueden ser negativos tanto en el trabajo como en el hogar. No dejes de ser mujer para emprender. Mejor sé una Mujer Emprendedora.
Cuando se toma la decisión de seguir la pasión de emprender un negocio y hay una familia de por medio, la mujer debe estar consciente del “extra” que debe aportar para no romper la armonía de lo que ya está, llámese esposo e hijos o solamente hijos.
El emprendimiento se puede convertir en una distracción y descuidar ciertas responsabilidades. Por eso en nuestra plataforma insistimos en que antes de comenzar un proyecto o un negocio, haya primero una conexión real con la pasión que impulsa a hacerlo, bajo la premisa de estar consciente de la realidad existente. Si en esa realidad hay una familia, ésta debe considerarse un socio de experiencia de vida, debe ser involucrada y convertirse en el primer aliado.
Una mujer emprendedora es una mujer líder en su feminidad, en su esencia pura de ser mujer, en su maternidad, en su relación de pareja, en su hogar, en su trabajo y en la sociedad. Un mujer empresaria es una totalidad. Recuerda: No dejes de ser mujer para emprender. Mejor sé una Mujer Emprendedora.