Ludovica Squirru es una astróloga, poetisa, escritora y actriz argentina, nacida en Buenos Aires, el 9 de Mayo de 1956. Cursó sus estudios de primaria y secundaria en la Escuela Almirante Brown y Nuestra Señora de Lourdes, respectivamente. Su formación actoral la desarrolló durante tres años (1975-1977), en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático de su país y asistiendo a seminarios con el veterano actor argentino, Carlos Gandolfo. Destaca como Mujer Argentina Latina que recorre al mundo buscando conocimientos, y por razones de amor y trabajo, pero su residencia permanente la tiene en su tierra natal. Desde hace muchos años vive en Traslasierra, en la Provincia de Córdoba.
Eduardo Squirru, padre de esta carismática Mujer Argentina Latina, fue el primer embajador argentino en China, por lo que la niña recibió desde muy pequeña conocimientos sobre la cultura oriental, y escuchó hablar en su infancia del I Ching, Lao Tse y Confucio. Quizás esta fue la razón por la que, simultáneamente con sus estudios de arte dramático, Squirru ingresa formalmente al mundo astrológico, tomando clases sobre Astrología Oriental, Tao e I-ching en el Instituto Dharma de Buenos Aires, y entre los años 1983 y 1986 recibe enseñanzas en I-ching con el sinólogo Juan Flesca.
En su hoja biográfica, la astróloga narra que sus primeros escritos los realizó con el médico holístico Juan Galindo. Se trató de su libro “Alimentación y Horóscopo chino” (1986). “En 1988 viajé a China durante seis meses, recorriendo el país y estudiando en Beijng con maestros taoístas, sinólogos, astrólogos especialistas en Feng Shui, Tao e I-ching. Comencé a escribir los libros anuales de predicciones en 1984 con continuidad y gran difusión en Argentina, América y España, hasta el actual “Horóscopo chino 2016, Año del Mono de Fuego”, editado por Urano”, señala Squirru, considerada Mujer Latina llena de espiritualidad y digno modelo a seguir.
Ludovica Squirru se internó a estudiar la civilización Maya durante seis años (1994-2000). Los resultados de este proceso de formación se concretaron en su obra “El libro del destino. Astrología Maya”, editado en 1999. A partir del 2003 formó equipo con Miguel Rinberg, Juna Namuncurá y Ana Tarantola en el proyecto sobre la nueva cosmovisión bien aspectada de la Argentina con bases sólidas y científicas en la especialidad de cada uno: Eco-espiritualidad Mapuche, Maya y Caldea Asirio, Tarot transpersonal y oriental, basados en el I-ching, la intuición y el bazi.
En uno de sus tantos mensajes espirituales, Squirru exhorta a la refundación personal y exige solidaridad y tolerancia como únicos impuestos para vivir en la nueva Argentina. Además aconseja resaltar elementos de comunicación de los animales, siguiendo los postulados del horóscopo chino: “Maullemos como gatos, galopeemos como caballos, enrosquémonos como víboras, amarroquemos como ratas… pero, por sobre todo, ¡gocemos como chanchos!”, dice.
El día a día de una mujer holística
De acuerdo a descripciones publicadas en prensa, Ludovica Squirru vive en una casa “espaciosa, luminosa y sin cortinas”. Eligió como residencia fija la provincia de Córdoba, en donde están las raíces de su abuela Alicia. Su vivienda se llama Feng Shui, y está construida entre un lago y las sierras. “Estoy en medio de la nada, no hay rastro humano”, confesó a una periodista.
Esta brillante Mujer Argentina Latina se ocupa de ir directamente al corral donde están sus gallinas a buscar huevos. Trabaja en el huerto, lee, escribe, escucha música, cocina. Se destaca en preparar tartas con masa casera a la que condimenta con verduras, pollo, salsas perfumadas, y pastas con hongos recolectadas en casa. “Debo confesar una obsesión: soy dependiente del aceite de oliva. Me gusta tanto que colecciono botellas, tengo litros y litros de todas partes. Creo que me he convertido en catadora”, comentó en una entrevista.
En su fase de actriz, esta Mujer Latina, fue reconocida tanto por su talento dramático como por elaborar los guiones de sus actuaciones. Debutó hace más de treinta años con el humorista y actor argentino, Tato Bores, y posteriormente con Andrés Percivale con quien aprovechó para introducir el tema del horóscopo chino. Interpretó obras de Moliere y Esquilo. En su filmografía figuran obras como Saverio el cruel (1977), Los enemigos y Mujer Histérica (1983), y El hombre que ganó la razón (1984).