Los principales factores que afectan la piel, están presentes sin mayor disimulo en nuestra vida diaria. Lo importante es conocerlos y tomar conciencia para evitar el envejecimiento prematuro. La piel es una capa de tejido resistente y flexible que cubre y protege el cuerpo del ser humano y de los animales. Es el mayor órgano del cuerpo humano o animal. En el ser humano ocupa aproximadamente 2 m², y su espesor varía entre los 0,5 mm (en los párpados) y los 4 mm (en el talón). Su peso aproximado es de 5 kg.
Actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno, y éste varía en cada especie. Anatómicamente se toma como referencia las medidas estándar dentro de la piel humana. También es conocido como sistema tegumentario. La biología estudia tres capas principales que, de superficie a profundidad: Epidermis, dermis e hipodermis.
Tener una piel saludable, es una señal irrefutable de que existe un cuerpo saludables. No obstante, hay aspectos de la piel que son determinados por la genética, es decir, por herencia familiar. Por ejemplo, el color, el tamaño de sus poros, si es grasosa o seca, tendencia al acné, y otros. También existen factores internos y externos que impactan en el organismo y afectan a la piel, tales como las emociones, el clima, la edad y la salud. En este sentido, es importante cuidarla para mantenerla saludable y bella.
Existen muchos factores que afectan significativamente a la piel, entre los que se mencionan como más comunes, la falta de sueño y descanso, los vicios como el tabaco y el alcohol, la mala alimentación, la exposición excesiva al sol, el estrés y las emociones negativas. Los especialistas advierten sobre estos factores y las recomendaciones para neutralizarlos.
Los principales factores que afectan la piel
Exposición excesiva a la radiación solar. Tomar el sol se ha considerado un hábito saludable, pero un exceso de sol en determinados tipos de piel puede provocar ciertos problemas, como quemaduras solares, arrugas, pigmentaciones, cambios de la textura de la piel, y, lo que es más importante, cáncer de piel. La radiación solar se compone de radiación visible e invisible. La fracción invisible de la luz, representada por los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB) es la causante de la mayoría de los problemas de piel. Los rayos ultravioleta son más intensos y peligrosos en verano, en zonas próximas al Ecuador, y en grandes altitudes.
También pueden tener una intensidad significativa en los días nublados (es sabido que las personas se pueden broncear y quemar en la playa, incluso en un día nublado). Asimismo, algunas barreras físicas como el cristal de una ventana dejan pasar los UVA, y ciertas ropas de tejidos poco tupidos pueden dejar pasar hasta un 50 % de la luz ultravioleta, y todo esto debe tenerse muy en cuenta.
Uso excesivo de sustancias químicas como maquillajes, jabones, y otros. Los cosméticos (también llamados maquillaje) son productos que se utilizan para la higiene corporal o para mejorar la apariencia, especialmente del rostro. Por lo general son mezclas de compuestos químicos, algunos se derivan de fuentes naturales, muchos otros son sintéticos.
En los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que regula los cosméticos, define los cosméticos como «sustancia destinada a ser aplicada al cuerpo humano para limpiar, embellecer o alterar la apariencia sin afectar la estructura del cuerpo o funciones». Esta amplia definición también incluye cualquier material destinado para su uso como un componente de un producto cosmético. No obstante, muchos productos que se ofrecen como maquillaje o cosméticos, contienen sustancias tóxicas que causan reacciones indeseadas en el metabolismo, algunos se depositan para siempre en órganos y tejidos, provocan alergias, irritaciones, dermatitis e incluso cáncer.
Algunos ingredientes cosméticos se consideran desde ”recomendables con restricciones” hasta “no recomendables” para uso en cosméticos, entre ellos, aceites minerales, siliconas, derivados de PEG y PPG, propylene glicol, DEA, MEA, TEA, nitrosaminos y agentes nitrosantes, parabenos y otros conservantes, sodium laureth sulfate, sodium lauryl sulfate, derivados del formaldehído, compuestos orgánicos halógenos, fragancias sintéticas, colorantes, y filtros rayos U.V. en productos de protección solar, y otros.
Alcoholismo. Por un tema social, el alcohol está presente en gran parte de la vida y sobre todo durante las fiestas y es probable que en este periodo se caiga en la tentación de los aperitivos y los excesos en el consumo de licor. Las consecuencias que la piel puede sufrir, luego de tener una noche de muchos tragos, pueden estar entre adelantar la llegada de las líneas de expresión, porque tomar alcohol en exceso repercute de forma directa sobre la vitamina A que se almacena en el cutis, y producto de esto, la flexibilidad de la piel se pierde de forma más rápida.
Además, el alcohol deshidrata el cuerpo, debido a que los componentes de este tipo de bebida tienen un efecto directo sobre la hormona antidiurética, que es responsable de la micción y de la hidratación. Además, el consumo de alcohol afecta la sonrisa, porque la carencia de la vitamina A afecta los dientes, la piel, los tejidos blandos y óseos que se desgastan antes de tiempo.
Otros daños del alcoholismo en la piel es que promueve la celulitis y várices, acentúa el acné, provoca problemas dermatológicos y por último, beber mucho puede agravar los brotes de rosácea y psoriasis, aparte de que puede debilitar el cabello, provocando su caída.
Tabaquismo. La piel sufre las consecuencias del tabaquismo, no sólo con enfermedades graves como el cáncer, sino también con aquéllas que afectan su estética generando arrugas prematuras, cabello reseco y piel seca. El tabaco lesiona la piel de todo el cuerpo, pero esto es más manifiesto en la cara, porque se suman los efectos de los rayos ultravioletas del sol. El tabaquismo provoca un envejecimiento prematuro en la piel, que es más evidente en las mujeres.
Las arrugas de los fumadores son diferentes de las de los no fumadores: son más estrechas, profundas y con contornos bien marcados. Los fumadores de 40 a 49 años tienen una probabilidad de arrugas idéntica a la de los no fumadores de 60 o 70. El consumo de tabaco provoca deshidratación de la piel que aparece áspera, quebradiza e inflexible. A esto se suma la poca oxigenación de las células, que hace que el cutis parezca grisáceo y apagado.
El cabello también sufre los efectos secantes del monóxido de carbono, pierde luminosidad y se vuelve quebradizo. A su vez se incrementa la porosidad del cabello y éste fija el olor característico a cigarrillo. También se altera la cicatrización de la piel porque el humo del tabaco disminuye la oxigenación de los tejidos afectando su nutrición y llegar al cáncer de piel, siendo el tabaco un importante factor de riesgo para diferentes cánceres. Algunos estudios muestran una relación entre el consumo de tabaco y el carcinoma de células escamosas y melanomas. Los fumadores con diagnóstico de melanoma tienen un peor pronóstico que los no fumadores.
Dieta desequilibrada y poco saludable. Lo que es bueno para la salud es bueno para la piel. Una piel luminosa y de aspecto sano es reflejo de un estilo de vida saludable. Una piel apagada y prematuramente envejecida suele ser signo de dietas desequilibradas, tabaquismo, déficit crónico de sueño y horarios desordenados. Evitar los hábitos tóxicos y seguir una dieta equilibrada, rica en nutrientes protectores, ayuda a devolverle esa luz y ese aspecto saludable tan atractivo.
Pero además de actuar desde dentro, puedes mejorar la piel desde fuera, con productos cosméticos que llevan los nutrientes directamente a la zona que los necesita. Los nutrientes no actúan en solitario, sino de forma sinérgica. Por eso se aconseja una dieta lo más variada posible, que incluya frutas y verduras de colores intensos.
Se recomiendan especialmente las ricas en betacaroteno –que el organismo convierte en vitamina A y las ricas en vitamina C. Ambas actúan como antioxidantes y ayudan a neutralizar el daño de los radicales libres, implicados en el envejecimiento celular.
Ahora a tomar conciencia porque ya sabes cuales son los principales factores que afectan la piel
Mujer Latina USA
@mujerlatinausa