Los labiales, también conocidos como pintalabios, lápiz labial o lápiz de labios en algunos países, es un producto cosmético que contiene pigmentos, aceites, ceras y emolientes que dan color y textura a los labios. El origen de su uso se remonta a alrededor de 5000 años en la antigua Mesopotamia, cuando joyas semi-preciosas eran trituradas y aplicadas a los labios y ocasionalmente alrededor de los ojos. Las mujeres en el antiguo Valle del Indo lo aplicaban a sus labios para decorar su cara. Los Antiguos egipcios extrajeron tinte rojo-amoratado de fucus-algin, 0.01% yodo, y algo de bromo mannite, que resultó en serias enfermedades. Cleopatra tuvo su pintalabios hecho de escarabajos carmín triturados, que tenían un pigmento rojo profundo, y hormigas para la base. Los pintalabios con efectos brillosos fueron hechos inicialmente usando una sustancia iridiscente encontrada en las escamas de peces.
Los pintalabios empezaron a ganar popularidad en el siglo XVI, durante el reinado de la reina Isabel I, quien puso de moda los rostros pálidos y los labios intensamente rojos. En ese entonces, los lápices labiales eran hechos con una mezcla de cera de abejas y pigmentos rojos de las plantas. En 1922, se comercializó por primera vez un pintalabios en España, fue el Milady, de Puig. Asimismo, entre los años 1939 y 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, el uso del lápiz labial se masificó, gracias a su uso en la industria del cine.
Al igual que la mayoría de los productos de maquillaje, generalmente el labial es utilizado por mujeres, al llegar a la adolescencia o la adultez, aunque a algunas niñas también se les han brindado lápices labiales con algunos colores, brillos, sabores y esencias en forma de hidratantes y bálsamos labiales. También existen lápices labiales que traen incorporado un delineador de labios.
La mayoría de los ingredientes de los labiales son seguros para la salud, pero existen productos de baja calidad que no dudan en utilizar elementos que conllevan riesgos de enfermedades. Entre los principales ingredientes que debe tener un labial, están la cera de abejas y de algunas plantas, que son utilizadas para mantener su textura y solidez, a la vez que hace fácil su aplicación al permitir que el producto se deslice, hidratando los labios; las ceras de las plantas son las más recomendadas. También está el carmín, que es el ingrediente donde se encuentran los tonos rojizos, y es lo que hace que este color se potencie.
Otro ingrediente de los labiales son el propylparabeno y methylparabeno, que son conservantes del producto. De los dos es más seguro utilizar el propylparabeno (aunque en casos aislados puede producir alergias), ya que el methylparabeno se ha asociado a daños en las células sanas. De igual manera, está el óxido de hierro, que en los cosméticos de calidad se utiliza para lograr ciertos tonos como el naranja, o reflejos amarillos; aunque su uso es seguro, es preferible evitarlo en el maquillaje a diario, pues el organismo puede absorberlo y generar una reacción alérgica por sobreexposición, por esto se recomienda dejarlo para ocasiones especiales. Generalmente proviene de la combinación de los ingredientes propios del labial, por lo que no son peligrosas.
Para elegir el que necesitamos
Respecto a los tipos de labiales, los cosmetólogos identifican los siguientes:
Mate: Como su nombre lo indica no tiene brillo o tiene muy poco, dando un look opaco a los labios. Este tipo de lápiz labial dura más tiempo y proporciona un alto contenido de pigmentos de color. Tiene la desventaja de hacer que los labios se vean agrietados y hay quienes creen que se ve mejor en los labios grandes pero puede usarse en labios de todos los tamaños.
Cremosos: Esta es la textura más popular. Proporcionan un acabado más cremoso y brillante que el mate, pero son más ligeros. Por ser cremosos, pueden hidratar los labios. Tienden a durar menos tiempo que el tipo mate.
Líquido con color: Los labiales líquidos o gelatinosos tienen más brillo que los cremosos. Su desventaja más grande es que no duran mucho y hay que estar retocándolos constantemente. Se recomiendan para labios finos. Los tipos de labiales llamados manchas o stains pertenecen a esta categoría, pero son diferentes porque tienden a resecar o parecer secos, son ideales para personas que desean un look natural.
Brillo labial: Añaden color y brillo pero casi transparente. Son ideales para personas que no gustan verse “maquilladas”. No duran mucho y pueden usarse sobre el lápiz mate o cremoso para darles más brillo.
De larga duración: Son relativamente nuevos y prometen muchas horas en los labios. Es una formulación seca que puede afectar la delicada piel de la boca.
Especiales: En esta categoría están los labiales que prometen beneficios especiales, como hacer que los labios se vean más grandes. Esto se consigue con sustancias que temporalmente inflaman los labios y los hacen ver un poquito más grandes. Aquí también se incluyen los que tienen humectantes. Estos son labiales en crema que tienen otros ingredientes, como ceras vegetales o sábila. Como son muy cremosos, no duran mucho pero humectan.