«La mujer que hay en mi» por Mónica Bustamante, conferencista de alto impacto, en temas de crecimiento personal y organizacional, Coaching Estratégico, desarrollo del capital y talento humano, servicio al cliente, potencia en ventas, pensamiento empresarial y liderazgo en empresas, instituciones educativas y personas.
Mónica es profesional en Negocios Internacionales de la Corporación Unificada Nacional de Educación Superior, Especialista en Gerencia Estratégica de la Universidad de la Sabana, Candidata a Magister en Prevención en Violencia de Género de la Universidad de Salamanca, certificada internacionalmente como Coach Estratégica, siempre interesada en las disciplinas del desarrollo humano y personal, como en el establecimiento y logro de metas en nuestras vidas, se ha preparado en PNL, Neurocoaching y Psicología empresarial.
Esta Mujer Latina USA, original de Colombia, ha escrito este artículo, que consideramos será del agrado de todas ustedes, queridas lectoras de nuestro portal, porque en nuestra cultura latina lo que nuestra Coach dice aquí es muy cierto y frecuente todavía en nuestra sociedad.
La mujer que hay en mi
Desde niñas escuchamos a nuestros mayores decir, las mujeres no hacen esto o aquello, las mujeres deben comportarse así, una mujer de bien debería ser así y con todo esto nos han ido programando y limitando frente al gran potencial que cada una tenemos, llevándonos a dejar de hacer muchas cosas por evitar la vergüenza y la culpa o haciendo otras buscando la aprobación de los demás aunque con ello no seamos felices, olvidando que la mujer que vive en cada una de nosotras es una niña llena de sueños, una guerrera con toda la fuerza interior para lograr lo que se propone, una mujer diferente capaz de romper esquemas sin dejar de ser una mujer digna de admirar.
Somos consecuencia de lo que pensamos y hacemos, sin duda lo que hacemos es el resultado de lo que creemos, así que las realidades que vivimos las hemos creado nosotras mismas. La pregunta entonces es ¿estamos viviendo la vida que queremos o las que nos toco? Y ¿cómo podemos crear una nueva realidad?
Alinear los pensamientos
Así como vamos al médico cuando algo no va bien con nuestra salud física para que nos revise y envié una fórmula con el fin que todo vuelva a su mejor estado, lo mismo debemos hacer con nuestra salud mental y emocional, debemos revisar la calidad de nuestros pensamiento diarios que son los que nos limitan o potencializan, observar la vida que tenemos y si hay algo que queremos cambiar entonces empecemos por transformar nuestros pensamientos y alinearlos con la realidad que queremos vivir; es decir si quiero mejorar mi situación financiera debo reemplazar los pensamientos de escasez por pensamientos de abundancia, si lo que deseo es tener una mejor relación de pareja o familiar debo alinear mis pensamientos con la confianza y la lealtad, reemplazando esos pensamientos de desconfianza e inseguridad que alejan a los que amamos.
Debemos revisar diariamente como estamos pensando sobre las diferentes áreas de nuestras vidas, porque nuestros pensamientos son energía que se materializan en la realidad.
Dejar que la vida siga sus procesos
Aceptemos lo que está sucediendo desde el amor, cuando transformamos nuestra observadora y pasamos de juzgar y culpar a agradecer y aprender, empiezan a suceder cosas mágicas, ya que la energía que gastamos culpándonos o buscando culpables ahora la usamos para aprender de cada situación y verla como una oportunidad para crecer y dar lo mejor de nosotras mismas sin culpas ni juzgamientos, porque lo único que logramos con los sentimientos de culpa es paralizarnos y deteriorar nuestra salud física, emocional y espiritual, obstaculizando cualquier posibilidad de mejorar.
Todo en la vida tiene su propio proceso, cada situación que vivimos es una manera de entrenarnos para lo que viene, mientras más rápido aceptamos y aprendamos la vida nos permitirá vivir nuevas y mejores experiencias.
Reconocer el poder interior
Armonicemos con la mujer que reside en cada una de nosotras, reconociendo que somos una de las muchas versiones que podemos ser, entendiendo que somos mucho más que las experiencias que hemos vivido, que cambiar nuestra historia es imposible pero empezar a escribir una mejor si es posible, que el fracaso es una experiencia más al igual que el éxito y que podemos hacer cualquier cosa que nos proponemos.
Con seguridad para alcanzar nuestras metas requerimos de diferentes recursos, por suerte tenemos el más valioso, nosotras mismas.
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