El empoderamiento femenino es el aumento de poder y la participación activa y real en nuestros días de la mujer con un objetivo claro: ser libres y valernos por nosotras mismas. La mujer latina emprendedora como ejemplo social
Para conseguir ese poder en un mundo que hasta hace unas décadas ha estado exclusivamente gobernado por hombres, es imprescindible que las mujeres latinas tengamos voz y voto, de manera igualitaria, en la toma de decisiones de todos los ámbitos de la sociedad.
Formar parte del diálogo social es esencial para contribuir en las medidas que afectarán al futuro de nuestras familias, de nuestro país y de nosotras mismas. Sin olvidar a todas aquellas que vendrán después de nosotras. En eso, las latinas estamos a la cabeza.
Según datos del “National Women’s Business Council”, en USA el número de hispanas emprendedoras creció un 137% en la última década.
No obstante, el empoderamiento no es solo el camino hacia la libertad individual de la mujer es, también, la mejor opción para lograr un mayor crecimiento económico.
Numerosos estudios avalan que la igualdad de género y el aumento de las mujeres emprendedoras tiene un enorme impacto social y contribuye a un mayor reparto de la riqueza. La mujer latina emprendedora como ejemplo social
Conseguir que las mujeres emprendedoras accedan al mercado laboral no solo enriquece a la mujer en sí misma, también lo hace a sus hogares y, por ende, a la sociedad. Las mujeres tenemos un papel clave en la toma de decisiones de nuestras familias.
Cuanto más independientes y mayores recursos poseamos, mayor será también la inversión que recaiga en nuestros hijos. Al fin y al cabo, su educación, alimentación y salud, está en nuestras manos.
Por tanto, el empoderamiento femenino se ha convertido en una de las causas más justas de nuestra era , por ello, cada vez existen más mujeres que se unen a ella.https://www.mujerlatinausa.com/mujer-latina-ser-emprendedora-significa-ser-independiente/
A menudo, me gusta dar un paso atrás y buscar inspiración en mujeres reales, latinas, mujeres fuertes y que se han hecho a sí mismas. Carmen Aristegui o Eva Longoria son algunas de ellas, pero no las únicas. Cada una de nosotras lo somos y a su vez estamos rodeadas de otras tantas.
El empoderamiento no solo es poder, es un sentimiento: la mujer empoderada tiene metas y confía en sus posibilidades. La mujer latina emprendedora como ejemplo social