¿Será la histerectomía la solución de mi sangrado?, ¿Mis fibromas se curarán con quitarme el útero?, ¿Seguiré siendo activa mental y sexualmente si me suprimo el útero?, ¿Es necesario quitarme también los ovarios durante esta intervención? ¿Me harán como una cesárea o existe otra vía para hacerla? Son algunas de las interrogantes más comúnmente escuchadas en mi consulta cuando por alguna razón son referidas para ser evaluadas por causas que requieren una histerectomía.
Los órganos genitales femeninos cumplen una función irreemplazable a lo largo de toda su vida. No existe una etapa o una edad en la vida de una mujer en la cual su útero y sus ovarios no sean esenciales para mantener su salud y bienestar.
Una histerectomía es un procedimiento médico quirúrgico especializado que consiste en la extracción del útero (o matriz). Su realización provoca la imposibilidad absoluta de anidar el ovocito o huevo fecundado para posterior desarrollo del feto y como consecuencia provoca esterilidad, pero aun perdiéndose el útero, los ovarios pueden llegar a subsistir lo cual hace posible la fecundación asistida de óvulos y la anidación en el útero de otra mujer. En algunos países como España esta práctica es ilegal, pero en Canadá, México, Israel, India, Rusia, Nueva Zelanda o África del Sur, así como en los Estados Unidos, es legal.
¿Cómo se hace este tipo de intervención en nosotras?
El útero puede ser extraído de forma total, parcial o se puede extirpar junto con las trompas y los ovarios. La histerectomía parcial consiste solamente en la extirpación de la parte superior del útero, dejando intacto la base del útero y el cuello uterino, la histerectomía total consiste en la extirpación de todo el útero y del cuello uterino, y se llama histerectomía radical cuando se extirpa el útero, ambas trompas de Falopio, ambos ovarios y la parte superior de la vagina. Se puede realizar a través de una incisión abdominal (histerectomía abdominal) o a través de una incisión vaginal (histerectomía vaginal) y como avance en las técnicas tenemos Histerectomía por laparoscopia: la cual se realiza a través de pequeños orificios en el abdomen de unos 5 a 10 mm con un laparoscopio y posteriormente se retira bien por la vagina o por partes a través de los mismos orificios creados en el abdomen.
¿En cuales situaciones clínicas se debe realizar una histerectomía?: Endometriosis grave (que no haya mejorado con otros tratamientos) , hemorragias o desgarros durante el parto, cáncer de útero, ovarios o trompas , placenta percreta , embarazo molar, abortos sépticos o infectados, pólipos uterinos, miomas uterinos, prolapso uterino, infecciones severas crónicas (enfermedad inflamatoria pélvica), inflamación severa del revestimiento interno del útero (endometritis), tumores en el útero, cáncer de endometrio, cáncer cervico-uterino, cáncer de ovario, sangrado vaginal severo y prolongado (crónico) y durante cirugía de cambio de sexo, en este caso, de mujer a hombre.
¿Cuáles son las consecuencias de la histerectomía?
La respuesta para esta interrogante es muy compleja, debido a que son muchos los factores ambientales, físicos, psíquicos, sociales, laborales e incluso familiares que pueden influenciar la capacidad de la mujer de readaptarse de forma adecuada a su nueva condición clínica. Cada mujer es “diferente” y necesita un tratamiento personalizado porque los síntomas serán diferentes y únicos dependiendo de su edad, las circunstancias en que fue realizada y su condición física y psíquica natural. No obstante, las secuelas serán más o menos catastróficas si se extirpan o no los ovarios quienes son los productores de estrógenos, la hormona femenina que desempeña funciones tan importantes como la sinuosidad de su silueta, la tersura de su piel, sedosidad de su cabello, la sensibilidad amorosa así como le ayuda a prevenir las cardiopatías, la osteoporosis o garantizar la lubricación y calidad de los tejidos que forman la vagina. Las más comunes consecuencias descritas son:
Menopausia quirúrgica súbita:
Cuando se extirpan los ovarios se asociará una menopausia súbita con todos sus síntomas (calor, sofocos, sequedad vaginal, etc.) y si no se realiza es muy probable que ésta se adelante a una edad más temprana.
Infertilidad
La posibilidad de embarazo se anula por completo si se extrae el útero al menos no en el cuerpo de esa mujer, así como se elimina la menstruación. Si aún se conservan los ovarios sí habrá ovulación y cambios hormonales, pero sin el sangrado de la menstruación.
Probabilidad de sufrir un prolapso de cúpula vaginal
La cavidad pélvica se altera con la extirpación del útero, que forma parte del centro de estabilidad del cuerpo y sostén de órganos que es la pelvis. Al cortar los ligamentos uterinos se altera la posición original de los músculos, huesos y los órganos pelvianos afectándose las caderas, la columna y toda la estructura del esqueleto axial, como corolario en una histerectomía total se produce un acortamiento de la vagina, la cuál será sostenida por las suturas quirúrgicas en su extremo superior por los ligamentos que hemos cortado durante la cirugía, con el tiempo, estas suturas se debilitan produciendo un prolapso de la vagina, es decir, la vagina tiende a salirse por la abertura vaginal.
Incontinencia urinaria y/o fecal
Con el pasar de los años, se incrementa la presión sobre los músculos del suelo pélvico y podrían debilitarse; y si esto no se contrarresta con el tratamiento y los ejercicios adecuados podrá desembocar en incontinencia urinaria y/o fecal.
Dispareunia
Es frecuente la aparición de dolor o dispareunia con las relaciones sexuales, aunque después de unas seis semanas de la intervención, generalmente, ya se puede comenzar a mantener las mismas. Se cree, que es debido al posible acortamiento de la vagina dependiendo del tipo de histerectomía que se haya realizado, retracción de la cicatriz o la falta de lubricación por la disminución o pérdida de estrógenos. Lo más importante repito es la comunicación, afectividad y comprensión por parte de nuestra pareja sobre nuestra situación y solo así se pierde el miedo y temor a tener una sexualidad sana llena de la emotividad y la felicidad que nos abrumó al principio de nuestro enamoramiento.
Disminución e incluso pérdida total de sensación de placer sexual
Ciertamente, los orgasmos uterinos y las contracciones uterinas que suceden en este tipo de orgasmos desaparecen cuando el útero ya no existe. Pero esto no está asociado a la pérdida de la afectividad o una pérdida significativa de las sensaciones placenteras en la vagina; probablemente si habrá una disminución de la fuerza de las contracciones vaginales durante el orgasmo, lo cual también sucede muy frecuentemente tras sufrir una episiotomía.
Sequedad vaginal
Esta sequedad puede producir molestias e incluso dolor al mantener relaciones sexuales. Sobre todo en los casos en los que se extirpan también los ovarios que son los productores de estrógenos, la hormona que, entre otras muchas cosas favorece la consistencia a los tejidos de las paredes vaginales y la producción de secreción por parte de las glándulas para y sub-uretrales asi como las de bartholino que son lubricantes .
Estreñimiento y gases
El estreñimiento es uno de los efectos secundarios más comunes tras una histerectomía, muchas veces se cree que es debido al reordenamiento de las vísceras en el espacio que se desocupa y por otra parte por el miedo de algunas mujeres a que se les puedan deshacer las suturas y salir los intestinos por la herida. Los gases y el dolor abdominal que provoca la retención de gases es otro de los efectos secundarios frecuentes y suele aparecer a partir del segundo día tras la intervención quirúrgica.
Repercusión psicológica
Como decíamos al principio, el útero está ligado a emociones muy fuertes y arraigadas en la mujer, durante muchos siglos fue identificado como el centro de su feminidad, como consecuencia su desaparición está asociada con una interrupción irreversible de la fertilidad, la disminución de la calidad de las relaciones sexuales, la menopausia súbita, las cuales van unidas muchas veces a sentimientos de pérdida, depresión, disminución de la autoestima, ansiedad, entre otros. Lo más resaltante es que muchas de estas absurdas creencias se han perpetuado a través de los años y solo se combaten con el conocimiento veraz científico, educación sobre el tema y la información que puede trasmitir tu médico especialista ya sea de cabecera o Ginecólogo de confianza.