Hoy presentamos el parto bajo el agua o acuático por Mery De Los Rios, nuestra mamá latina USA. Cuando las madres prefieren un método más natural y han tenido un embarazo de bajo riesgo, ésta es la opción. Es un entorno natural, cómodo y de gran compenetración entre los padres y la criatura que está llegando al mundo.
Mery De Los Rios nos habla a través de su experiencia.
Mis queridas mamás, hoy quiero hablarles de un tipo de parto que en lo particular me gusta mucho, parto bajo el agua. Mis dos hijo nacieron en el agua. Además de ser una experiencia maravillosa tiene muchos beneficios tanto para ti como para tu bebé.
Les aclaro que no voy comparar este parto con el parto natural en el hospital o la cesárea. Entiendo que cada mujer elige la opción que más le conviene ya sea por salud o estilo de vida. Siempre digo que cada ser humano es único y lo que es bueno para mí no necesariamente lo sea para otros.
El parto bajo el agua o parto acuático es un parto natural sin uso de medicamentos ni anestesia epidural, la técnica que se utiliza es poco invasiva, por eso es el favorito de muchas embarazadas como fue mi caso.
Antes de continuar es importante resaltar que este tipo de parto sólo es posible en casos de embarazos de bajo riesgo, es decir aquellos que vayan a ser partos naturales.
Les explico un poco acerca de este tipo de parto. La postura vertical en la bañera es más natural porque ayuda y facilita la expulsión del bebé. La temperatura del agua suele ser similar a la del organismo humano, lo que hace que para el recién nacido no sea un cambio tan grande como cuando nace en una cama.
El agua templada nos hace sentir cómodas y relajadas así disminuimos la producción de adrenalina que favorece la dilatación. La piel y los tejidos se estiran con más facilidad bajo el agua. Los nacimientos de esta forma tienen menos posibilidades de desgarros en el periné (el área entre tu vagina y el ano); y episiotomías, es decir el corte en el periné para facilitar la salida del bebé.
Es un parto más libre, al no estar monitoreada por ninguna máquina, te puedes mover y realizar tus ejercicios de relación y meditación. También puedes colocar música, comer, entrar y salir de la bañera y compartir con tus familiares.
Puedes tener cuantos familiares quieras contigo para darle la bienvenida al mundo a tu hijo. En mi caso fue muy especial porque me pudieron acompañar mis hermanos, primos, amigas y mi mamá. Todos me agradecieron por la experiencia tan maravillosa que pudieron vivir al ver nacer al nuevo miembro de la familia.
El bebé tiene su tiempo para irse adaptando a la nueva vida con más tranquilidad. Su contacto con el mundo exterior es más relajado y las sensaciones van llegando poco a poco. Primero los sonidos, luego las luces, los contactos, los cambios de temperatura, y más.
El bebé siempre está a tu lado, no se lo llevan a otro cuarto. Todo el proceso de medirlo, pesarlo, hacer sus huellas, se hace a tu lado.
Por último, la recuperación es muy rápida, de hecho a las 4 horas ya estás en tu casa con el nuevo miembro de la familia disfrutando de la comodidad de tu hogar.
Espero como siempre que les haya gustado y las invito a dejar sus comentarios, besos y bendiciones
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Las imágenes publicadas pertenecen al álbum familiar de nuestra colaboradora Mery De los Rios.
