Según un artículo escrito por Kathryn Doyle para Reuters Health, destaca que los adolescentes que dedican menos de 8 horas al periodo de sueño son más propensos a acumular grasa en su abdomen y además de desarrollar resistencia a la insulina lo que se traduce con el tiempo a una diabetes tipo 2.
Según el Doctor Bruno Geloneze, del Laboratorio de Investigación del Metabolismo y la Diabetes de la Universidad de Campinas, Sao Paulo, Brasil. Existen varios estudios que demuestran que si existe un vínculo entre la falta de sueño y los riesgos cardiovasculares, haciéndose presente la obesidad y la diabetes. «Con nuestro estudio pudimos demostrar que la resistencia a la insulina aumenta más allá de la obesidad. Esto sugiere que un mecanismo intrínseco conectaría la deficiencia de sueño con el desorden metabólico” señaló.
Los resultados fueron obtenidos entre el año 2011 hasta el 2014, en donde 615 niños y adolescentes de edades comprendidas entre 10 y 19 años fueron estudiados exhaustivamente. Aspectos como el peso, la altura, la presión y patrones de sueño estaban en constante evaluación. A 81 de ellos se les realizó un test de sensibilidad a la insulina de dos horas.
El promedio indicaba que se dormían 7,9 horas por noche. A los 257 jóvenes que dormían menos de 8 horas, pesaban más para su altura y poseían una circunferencia de cintura y cuello mayor para su edad. Los que dormía menos del tiempo, presentaban menos sensibilidad a la insulina que los que más dormían. Según publica el equipo en JAMA Pediatrics.
Eve Van Cauter, del Centro de Sueño, Metabolismo y Salud de University of Chicago señala que: “ Los resultados coinciden con los estudios epidemiológicos sobre la relación entre la duración del sueño y la obesidad en los niños y los jóvenes».
El estudio que se llevó a cabo se ejecutó en un punto en el tiempo, lo que significa que no se prueba directamente que dormir menos cause problemas con la insulina. Sin embargo Cauter manifiesta que el estudio se realizó en un punto en el tiempo, de modo que no permite probar que dormir menos cause la resistencia a la insulina. Sin embargo la falta de sueño en la persona podría inducir la resistencia a la insulina por desregularización del apetito, lo que al final promueve el sobrepeso.
Para esta doctora la obesidad es una de las primeras causas de resistencia a la insulina que también puede hacerse presente en respuesta a las escenas de estrés que contrarrestan la acción de la hormona.
La obesidad definitivamente se ha convertido y se seguirá convirtiendo en un aspecto negativo que puede afectar la salud de aquellos que la padecen. Aunque en esta oportunidad se destaca la influencia de la falta de sueño, existen otros aspectos como la mala alimentación y la falta de ejercicios que dan como resultado el padecimiento de este mal.
Por Kathryn Doyle